Tras unas copas demás en las calles estrechas perdía el equilibrio.
Era un buscador nocturno de felicidad finita.
Tantas noches malgastadas bebiendo se las penas diluidas en ron y soda.
Ella, le dejo marcas en las sabanas que le terminaron por hacer cicatrices en la piel. Perdió la cordura en el momento en el cual sus dedos la acariciaron.
Perfecta desconocida de ojos verdes y perfume de ayer, en las escaleras quedan aun los recuerdos que la lejía no pudo desinfectar.
Pero en esta oscura noche, otra entraba por la puerta de su habitación, pero que sabor a locura el de su boca, la sensación más compleja le recorrió el cuerpo, era la misma mujer vestida de otro acento y calzada con un nombre diferente.
Se sumaban así noventa y siete días viéndola en las curvas de otra y recordándola en caricias ajenas.
Pobre demente enamorado, incapaz de compartir cama sin que los labios le sepan a ayer.
Es increíble como la subconsciente puede quedarse tan destrozada tras una persona...
ResponderEliminarIntentamos olvidar a las personas cuando es imposible, no me gusta la frase de "un clavo saca otro clavo", porque a mí la verdad no me ha servido...
ResponderEliminarLa entrada es increíble :)
¡Un beso muy muy muuuy grande Daniela! <3
Buscamos el pasado en los demás, el pasado se fue para traer el futuro, lección que nos cuesta aprender.
ResponderEliminarGenial tu entrada.
Besos.
Querer olvidar a alguien es condenarse a recordarlo para siempre. Me encanto tu texto. Pasate cuando quieras por mi blog. Un saludo
ResponderEliminarWow! Me encanta este escrito. Y me parece algo triste, entonces así jamas la superara :S
ResponderEliminarBuena entrada, no imagino hacer lo que hacia el y menos aun quiero vivirlo porque sin duda tiene que doler.
ResponderEliminarBesazos :)
Hola, me ha encantado tu blog y esta entrada.
ResponderEliminarTe sigo.
http://talvezquizasprobablemente.blogspot.com.es/